Thursday, August 18, 2005

Una idea de un tipo, una idea ajena, de donde nacen muchas ideas propias: que la música de radiohead es un producto. Claro, claro, como toda la música envasada de hoy en día. Pero hay más: que la gama de productos disponibles en un mercado global es tan amplia y diversificada, que ya no es tan sólo un producto, sino un complejo, es decir, "un producto, un complejo". En tanto es complejo, los actos de comprar y consumir deben tener el mismo valor que las relaciones humanas. ¿Cómo me explico esto? Se me ocurre una idea fácil: las relaciones humanas son complejas, los actos de comprar y vender son complejos, en als relaciones humanas hay involucradas al menos 2 personas, en los actos de comprar y vender hay involucradas al menos 2 entidades; sujeto comprador y producto, sujeto vendedor y producto. Y esto, dejando afuera el otro elemento que da a la relación de compra-venta o venta-compra una configuración triádica. Entonces, de partida, me parece que una relación compraventa podría ser valorada en términos de que es primariamente una relación entre 2 personas; sujeto comprador-sujeto vendedor. Pero, esta relación entre 2 personas no es en realidad entre 2 personas, sino entre 2 intercambiantes; ya no tiene el valor de ser "intersubjetiva" como gustan decir algunos, porque supongo que es ese el valor de las relaciones "humanas". Entonces, la relación valorable que existe en un contexto de mercado no es la relación entre los sujetos intercambiantes, sino la relación, en sí, entre el sujeto comprador y el producto -el sujeto vendedor se deshace del producto, lo valora sólo como un medio de lograr otros fines, otros bienes, otros objetos, de manera tal que esa no es la relación que convoca valor, relevancia. La relación entre el sujeto comprador y el producto se caracteriza por una especie de antropomorfización del producto. El producto ya no tiene el valor que comúnmente se atribuye a él por medio de la forma en que se produjo, las manos que lo fabricaron, o bien las máquinas, el capital invertido en él, etc. No, el producto, si bien todas estas características siguen estando implícitas, ahora tiene un valor "psíquico" agregado, que sobrepasa al primer valor del que hablaba. Ahora está definido primordialmente en términos de una funcionalidad personal y casi netamente personal, está caracterizado desde la psiquis particular del sujeto comprador, que luego ya no es sujeto comprador, sino sujeto poseedor. Este sujeto es quien transforma al producto utilizándolo una cantidad particular de tiempo, sintiendo afecto por el producto -esto no se puede negar, miren uds los incendios- dependiendo del producto, prefiriendo al producto antes que a otros objetos o personas. Es en este sentido que hay una relación de alto valor entre sujeto y producto. En el sentido de las relaciones que se crean entre ellos, que pueden superar en intensidad afectiva una relación intersubjetiva, o bien en intensidad de dependencia, o bien en naturaleza; simplemente existe la posibilidad de que un producto llegue a ser para un sujeto una "entidad" que ocupa espacios, fomenta ideas, retroactiva un mecanismo, retroalimenta al sujeto. Puede ser elocuente, paciente, silencioso y divertido. Puede ser amable, perfecto, simpático o rígido.
No hay límites; en tanto la naturaleza humana se va descomponiendo, los objetos -los productos son objetos con valor en un mercado- absorven con ello aquello de humano que el humano va perdiendo (sin querer definir humano porque eso es un cuento desgastante y no conducente a fin); antropomorfizan......quizás es cierto eso de que la materia no se destruye sino que se transforma; a alguna parte deben ir a parar todos esos harapos de naturaleza humana que fueron desechados, que se cayeron en la calle como las monedas de 10 pesos que nadie se agacha a recoger, o como las de 1 peso -que dicen por ahí que traen buena suerte, jeje-. Entonces el objeto, producto, objeto-producto, se queda con lo que le queda, se apodera de la sustancia que los sujetos dejan y así se "sujetivizan" o "subjetivizan" quedando facultados, en posición, de establecer relaciones con sujetos. Puede que sea legítimo entonces considerar a un objeto como algo subetivo en la medida de als relaciones que establece o que con él establecen -otros-.
En fin, el que vea un producto que le diga "hola" o bien "estúpido", desde su ubicación sobre una mesa, una cama o lo que sea, cuide de pensar qué tanto valor posee ese producto. Ahora, a escuchar Radiohead, estimados sujetos recibiendo mensajes desde un computador, un PRODUCTO.

2 comments:

citizen_insane said...

Parece más sintético tomar una idea ajena para fines semi-axiomáticos. En la especie es de utilidad la lectura de Marx sobre la filosofía hegeliana. Acá se sostiene q todo objeto es tal por el proceso de objetivación (una suerte de traspaso de subjetividad desde un sujeto a un objeto, en tus términos, subjetivación). A su vez el sujeto es tal en virtud de la subjetividad q recibe de otro sujeto.

El objeto q queda fuera del proceso de objetivación deviene cosa (cosificación), en tanto el sujeto sin subjetividad "agregada" deviene alienado (alienacion).

Salu2 ¿defintivos?

Ambar Núñez said...

gracias totales y saludos definitivos? me dio por ponerme a leer este blog.

saludos javi, se te extraña.