Friday, August 03, 2007

Momento que no llega/Momento de crear los momentos

Hoy le haré honor al nombre de este blog. Si les cuesta entender por qué, lean por 2º vez, si les sigue costando, me preguntan....y si les sigue costando....pues probablemente ustedes tengan mejores ideas acerca del asunto.

Madurar. Una gran palabra que se nos aparece durante la adolescencia con connotaciones desafiantes y punitivas. A algunos incluso se les aparece en pesadillas con ese aspecto del verdugo clásico de la guillotina (túnica negra que incluye capuchón, con el rostro apenas dibujado). A mí se me aparece ahora. Se me ha aparecido muchas veces. La adolescencia ya quedó muy atrás. Quedó atrás de golpe. Y al volver sobre ella ya no calzaba más ahí. Y perseveré mucho tiempo en regresar para dejarla definitivamente atrás con todas las de la ley, como corresponde. Pero no se podía no más. Un no rotundo.

El problema son sus resabios. Que como tales resultan disonantes en mi ahora. Pero peor que eso; resultan amenazadores. Y su principal amenaza, que es peligro en sí mismo, es la necesidad de considerarlos como parte mía y no como resabios, como dije primero, pues creo que en la medida en que son ajenos, son también menos controlables.

El opuesto al resabio adolescente, propongo, es la maduración. Me gustaría tener una palabra más linda para usar en su lugar, pero creo que no encuentro un real equivalente. Por ejemplo "crecer" no sirve. No explicaré por qué.

Okei, madurar. En la acción -no en el concepto necesariamente- se presentan dos condiciones de posibilidad: una experiencia/vivencia que suministre el material del que se aprende, y, un esquema mental capaz de asimilar y aprender -además de luego acomodar también el bagaje de pensamientos y comportamientos que uno va manejando. Lo que yo propongo es que, entendiendo la maduración en términos de un proceso compuesto de esta forma, no es algo que demande tanto tiempo como uno suele pensar. Creo, además, para desarrollar más esta idea, que la medida del tiempo que se requiera va en una proporción inversa a la edad alcanzada....edad no cronológica necesariamente, edad en relación al grado de madurez ya lograda. Es decir, mientras más se ha madurado, menos trabajo cuesta seguir haciéndolo.

[Jajaja, es una cosa bastante simple de pensar pero estoy segura de que en algunas de mis clases mis profesores se emocionarían si se los comentara.]

Será realmente así? Tanto tiempo de estudio y ninguna teoría me ayuda mucho a pensarlo. Sólo tomé prestados unos conceptos ya universales propuestos por Piaget....que la verdad es que a menudo me hace aportes mucho más interesantes que Freud.

No sé, creo que a veces necesito pensar sobre las cosas y los conceptos para poder integrarlos en mi vida, no se me da tan fácil entender las convenciones que hay en torno a los conceptos y usarlas así sin más. Será una debilidad, será un plus? Da igual, es así como funciono y como funciono mejor. Y debo reconocer que es un ejercicio que he dejado de hacer por pura pereza y por pensar que resultaría inútil. Y me estoy encontrando con que es al revés.

Vamos a probar en la práctica si es al revés. Vamos también a reflexionar más sobre el concepto y la acción sin la cual el concepto no tendría sentido, y a ver cómo va.

Los momentos no llegan. O qué? se madura de forma espontánea? O qué? Tocas guitarra de forma espontánea? Si no me detengo a pensar no tengo ideas, si no hago las cosas las cosas no ocurren. Si no hablas nadie te escuchará, alejándonos un poco del estricto sentido de los momentos no llegan.


Talking Heads - Road to nowhere

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