Friday, February 24, 2006

Noche del 20 de febrero

La guía de turismo joven nos señaló el lugar; tu paranoia aprendida nos señaló la mesa; nuestra sed nos señaló unas becker; la voracidad -tuya- y la complicidad -mía- nos señaló una chorillana; la desesperanza y la incomodidad musical nos señalaron tres canciones en el famoso "videolitzer"; enjoy the silence, one y déjate caer.
Luego, el resto; miradas por sobre los vasos de cerveza, papas fritas y tenedores conversando sobre nada mientras se batían en un duelo a muerte, un par de italianos -completos- retraídos, y nosotros, hablando del tipo pelado de contextura gruesa y orejas chicas que -decías- probablemente sabía pelear, como si él nos importara, cuando lo importante era que habíamos llegado hasta ahí, de vacaciones juntos luego de tantas aventuras de espadas y lágrimas durante 20 meses.
Del dolor de wata posterior, poco queda :)

Te amo

3 comments:

Felipe said...

jaja,que genial, no lo había pensado así. En realidad se agradece, fue una gran semana. Como será que ahora no tengo ganas de volver a trabajar

Te amo

besos

Alfredo said...

Ciertamente todo es más bello con el amor de por medio...de compartir con la persona amada...de jugar con las ópticas, de reconstruir los momentos y ver que hay algo novedoso en todo lo hecho y lo por hacer...
Amiga, un besote y gracias por la posibilidad del reencuentro...por encontrar parte de un pasado que, hoy por hoy, se convierte en presente y en necesidad..besos, te quiero mucho.

Sereg said...

Lo siento, no puedo dejar de meter la cuchara y decir lo que siento. Llegué a esto haciendo ricochets de blogs en blogs, y me encuentro con esto.

Hace mucho que no recordaba hasta con el sabor y el vértigo, ese momento colgado en el tiempo donde el otro es una bendición y lo demás...bueno, que lo demás se vaya a la mierda.

Ahora vuelve a mi esa sensación de completa lucidez sobre las cosas secretas, lo que la gente y los lugares tienen escondido, y que la presencia embriagadora del otro parece revelar.Y esa locura de estar enamorado, mezcla de angustia y extasis, como hambre y gula, que vuelve las cosas mas imaginarias palpables, y lo real insignificante.

No sé como decir lo que despertaste con ese instante: pompa de jabón, pero con tanta gravedad como estrellas de neutrones.

Porque el recuerdo me humedece los ojos, espero con toda el alma que no desaparezca esa puerta al cielo. Que sigan eternamente enamorados contra vientos y mareas, y nos recuerden a los cínicos nostálgicos lo idiotas que somos por haber caido en el infierno de la ceguera.

Muchos saludos y suerte en todo. Y más en lo único que verdaderamente importa: amar a alguien hasta volver a nacer en el mundo.

Sereg